Hoy nos inspiraremos en el trabajo de Bruce Weber. Otro de los fotógrafos de Vogue.
Su primer trabajo como fotógrafo fue publicado en la revista GQ en 1970. Después trabajó fotografiando catálogos de moda para grandes almacenes, hasta que Bloomingdales lo contrató para que hiciera el suyo en 1978. Su salto a la fama llegó de la mano de Ralph Lauren y Calvin Klein a finales de los años 80. Sus personalísimas y crudas fotos en blanco y negro de una pareja, de dos hombres en una cama, y del modelo Marcus Schenkenberg sujetando unos vaqueros bajo la ducha hicieron que su nombre sonara fuerte en la industria de la moda. En esta década también disparó con su cámara al atleta brasileño Tomás Valdemar Hintnaus –para una campaña de Calvin Klein–: la imagen del atleta y modelo hipermusculado, apoyado en una chimenea en la isla griega de Santorini y vestido sólo con unos calzoncillos blancos dio la vuelta al mundo. De hecho esta instantánea fue elegida por la revista American Photographer como una de las “10 fotos que cambiaron América”.
Su primer trabajo como fotógrafo fue publicado en la revista GQ en 1970. Después trabajó fotografiando catálogos de moda para grandes almacenes, hasta que Bloomingdales lo contrató para que hiciera el suyo en 1978. Su salto a la fama llegó de la mano de Ralph Lauren y Calvin Klein a finales de los años 80. Sus personalísimas y crudas fotos en blanco y negro de una pareja, de dos hombres en una cama, y del modelo Marcus Schenkenberg sujetando unos vaqueros bajo la ducha hicieron que su nombre sonara fuerte en la industria de la moda. En esta década también disparó con su cámara al atleta brasileño Tomás Valdemar Hintnaus –para una campaña de Calvin Klein–: la imagen del atleta y modelo hipermusculado, apoyado en una chimenea en la isla griega de Santorini y vestido sólo con unos calzoncillos blancos dio la vuelta al mundo. De hecho esta instantánea fue elegida por la revista American Photographer como una de las “10 fotos que cambiaron América”.
El consagrado artista estadounidense definió en una ocasión qué significa para él ser fotógrafo. “Para mí sacar fotos se parece un poco a ser jugador de baloncesto, aunque llevo una cámara en la mano en vez de una pelota, y miro a hombres o mujeres vestidos o desvestidos. La mayoría de los fotógrafos se sienten como el campeón de los Heat, el alero LeBron James. Aunque uno juega a por todas, unas veces se gana y otras se pierde; pero uno siempre se siente como si estuviera en el banquillo. Me gusta ser el ‘intruso’ cuando saco fotos. Uno puede llegar a una persona con sus fotografías… entonces merece la pena. Me refiero a cuando llegas hasta el alma, como el rythm & blues que se toca en esas estaciones de radio sureñas”, escribió el mismo Bruce Weber para Vogue España. Fue en el número de diciembre de 2011, un número especial que él mismo dirigió y firmó su portada –protagonizada por Dree Hemingway–.
Pero no sólo sus fotos han llevado a Weber hasta lo más alto: a lo largo de su carrera también ha dirigido varias películas. Una de las primeras que filmó fue Broken Noses (1987), que trataba sobre unos boxeadores adolescentes. Pero también ha hecho cintas de larga duración, como la película Chop Suey, una especie de homenaje estético a sus cosas favoritas, mezclando imágenes de cine y fotografía clásica, con cantantes de jazz lesbianas y luchadores adolescentes. En el mundo de la música también echó raíces. En 1986 elaboró el libreto del segundo disco de Chris Isaak, y dirigió uno de sus vídeos. En 1990 dirigió también varios videoclips del dúo Pet Shop Boys: Being Boeing, Sea Vida É (That’s the way life is) y I Get Along. Pero quizá el proyecto más personal de Weber en el mundo de la música fue Let’s Get Lost, el gran documental que grabó sobre el trompetista de jazz Chet Baker, días antes de que el músico muriera.
En la actualidad Weber se ha convertido en uno de los fotógrafos más populares e influyentes del mundo. Se han publicado quince libros sobre su trabajo y algunas de sus piezas están expuestas en la colección permanente del Museo Victoria & Albert de Londres y en el Museo de Arte Moderno de París. Una de las últimas campañas en las que ha trabajado ha sido el nuevo relanzamiento de la fragancia Acqua di Giò, de Giorgio Armani, junto a uno de sus modelos preferidos: Simon Nessman.
Pero no sólo sus fotos han llevado a Weber hasta lo más alto: a lo largo de su carrera también ha dirigido varias películas. Una de las primeras que filmó fue Broken Noses (1987), que trataba sobre unos boxeadores adolescentes. Pero también ha hecho cintas de larga duración, como la película Chop Suey, una especie de homenaje estético a sus cosas favoritas, mezclando imágenes de cine y fotografía clásica, con cantantes de jazz lesbianas y luchadores adolescentes. En el mundo de la música también echó raíces. En 1986 elaboró el libreto del segundo disco de Chris Isaak, y dirigió uno de sus vídeos. En 1990 dirigió también varios videoclips del dúo Pet Shop Boys: Being Boeing, Sea Vida É (That’s the way life is) y I Get Along. Pero quizá el proyecto más personal de Weber en el mundo de la música fue Let’s Get Lost, el gran documental que grabó sobre el trompetista de jazz Chet Baker, días antes de que el músico muriera.
En la actualidad Weber se ha convertido en uno de los fotógrafos más populares e influyentes del mundo. Se han publicado quince libros sobre su trabajo y algunas de sus piezas están expuestas en la colección permanente del Museo Victoria & Albert de Londres y en el Museo de Arte Moderno de París. Una de las últimas campañas en las que ha trabajado ha sido el nuevo relanzamiento de la fragancia Acqua di Giò, de Giorgio Armani, junto a uno de sus modelos preferidos: Simon Nessman.
SOMBREROS
Aprovechando el tiempo más fresquito saquemos todos los gorros y sombreros que tenemos guardados. Los sombreros nuevos, los que ya no usáis, los ridículos, los elegantes, los que guardaste de tu abuelo… Nos pueden servir para tu sesión de fotos.
El sombrero es un elemento elegante y muy fotográfico. Úsalo para jugar con tu mirada, sujétalo en tus manos, póntelo y quítatelo, lázalo…
El sombrero es un elemento elegante y muy fotográfico. Úsalo para jugar con tu mirada, sujétalo en tus manos, póntelo y quítatelo, lázalo…
DORI FERNANDEZ www.laregaderaazul.es