¿Estás preparado para decidir entre botas o zapato bajo para este invierno?
Vamos a intentar buscar todos los argumentos a favor y en contra de cada uno para que podáis decidir al final con conocimiento de causa.
Botas A favor: son todo un hit de la temporada. Siempre estamos quejándonos de que el hombre permanece anclado en el ostracismo de la moda. Ahora es el low-cost el que pone a nuestro alcance este tipo de calzado tan sofisticado y no podemos dejar pasar la oportunidad de disfrutarlo. Sus posibilidades son amplias y te permiten llevar los modelos más elegantes en tus eventos más exclusivos y los más casuales para los más distendidos. Además, este calzado está hecho para enseñarlo, pero si te cansas de él o no te atreves a ser un Mario Vaquerizo de la vida, siempre puedes optar por dejarlo tapado con el bajo de tu pantalón. Es el típico calzado que conservarás toda la vida y que te dará la personalidad que quizás estás buscando.
En contra: no deja de ser un calzado arriesgado, sobre todo si lo eliges para combinar con un pantalón pitillo, dejando la boda bien a la vista. Creas un look muy rockero , pero que no es apto para todo el público masculino. Hay que tener precaución también cuando cubrimos la bota con el pantalón, porque no todo vale y puede hacernos parecer que llevamos unas horrendas botas de agua. Es un calzado complicado tanto para enseñarlo como para esconderlo y quizá se requiera un nuevo armario a partir de ese momento para combinarlo con nuestras botas recién compradas. Vamos, que no te pienses que vas a poder combinar las botas con todo tu armario, porque no va a ser así.
Vamos a intentar buscar todos los argumentos a favor y en contra de cada uno para que podáis decidir al final con conocimiento de causa.
Botas A favor: son todo un hit de la temporada. Siempre estamos quejándonos de que el hombre permanece anclado en el ostracismo de la moda. Ahora es el low-cost el que pone a nuestro alcance este tipo de calzado tan sofisticado y no podemos dejar pasar la oportunidad de disfrutarlo. Sus posibilidades son amplias y te permiten llevar los modelos más elegantes en tus eventos más exclusivos y los más casuales para los más distendidos. Además, este calzado está hecho para enseñarlo, pero si te cansas de él o no te atreves a ser un Mario Vaquerizo de la vida, siempre puedes optar por dejarlo tapado con el bajo de tu pantalón. Es el típico calzado que conservarás toda la vida y que te dará la personalidad que quizás estás buscando.
En contra: no deja de ser un calzado arriesgado, sobre todo si lo eliges para combinar con un pantalón pitillo, dejando la boda bien a la vista. Creas un look muy rockero , pero que no es apto para todo el público masculino. Hay que tener precaución también cuando cubrimos la bota con el pantalón, porque no todo vale y puede hacernos parecer que llevamos unas horrendas botas de agua. Es un calzado complicado tanto para enseñarlo como para esconderlo y quizá se requiera un nuevo armario a partir de ese momento para combinarlo con nuestras botas recién compradas. Vamos, que no te pienses que vas a poder combinar las botas con todo tu armario, porque no va a ser así.
Zapato bajo A favor: es el calzado atemporal por excelencia. Su clase y su facilidad para combinarse con casi todos los pantalones que ya tengas en tu armario pueden ser los mejores argumentos a favor del zapato bajo. Es cierto que quizá no sea novedoso, pero seguro que no se deja de llevar y, además, la variedad es tan extensa como la de las botas: colores, formas, estilos, detalles, suelas… Nuestros zapatos bajos, bien combinados y elegidos, pueden darnos la personalidad que estamos buscando sin necesidad de tirarnos a por unas botas.
En contra: excepto los modelos náuticos, mocasines y demás calzado casual, no son unos zapatos que puedas elegir para el día a día (aunque claro, depende de dónde trabajes o por dónde te muevas, porque quizá sea precisamente esto lo que busques en un zapato: que sea elegante para tu día a día en la oficina, por ejemplo). Puede que no sea la mejor opción para el público más joven, al contrario que las botas.
En contra: excepto los modelos náuticos, mocasines y demás calzado casual, no son unos zapatos que puedas elegir para el día a día (aunque claro, depende de dónde trabajes o por dónde te muevas, porque quizá sea precisamente esto lo que busques en un zapato: que sea elegante para tu día a día en la oficina, por ejemplo). Puede que no sea la mejor opción para el público más joven, al contrario que las botas.